Obispos de México y Guatemala denunciaron la violencia que se vive en la Sierra de Chiapas, en donde no hay condiciones para llevar a cabo las elecciones extraordinarias previstas para el 25 de agosto próximo, y en donde se vive como en un campo de batalla. Por la disputa del territorio, los grupos criminales “obligan a los hombrea a ir al frente, a cuidar las plumas, a cerrar caminos, ellos y sus familias enfrentan un terror que nunca imaginaron”. Por lo que urgen a la desarticulación y el desarme de los grupos que asolan el estado.
En el comunicado señalan que quienes luchan por defender la vida, la tierra y el territorio, “hoy de manera obligada son puestos como escudos humanos por causas de un sistema de muerte que ningún nivel de gobierno ha querido escuchar y atender en sus raíces. Ninguno ha dado credibilidad a la palabra, a la sangre derramada, a las y los mártires que ha dejado esta guerra”. Y dicen a las autoridades: “En nombre del derecho a la vida hacemos un llamado ¡Vengan y vean!“.
Así mismo nuestros pastores demandan a “los violentos” que “¡Paren! Los seres humanos no son objeto de deshecho. La vida es sagrada”… Y con respeto a las elecciones extraordinarias dicen que no hay condiciones para celebrarlas y que “el proceso electoral intensifica la violencia en territorios sobre los que intereses económicos, políticos, extractivistas, venidos de fuera, han marcado opciones, posiciones y luchas que con armas y grupos de exterminio operan sin control y campante impunidad “. Estas elecciones se realizarían en Chicomuselo, Pantelhó y Luis Ángel Vidal.
Denuncian que las comunidades y pueblos de Chicomuselo, Comalapa, Amatenango, Jaltenango, Bejucal de Ocampo, Siltepec, Motozintla, están convertidos en un campo de batalla. Pero que la urgencia de Paz también se extiende a Pantelho’, Chenalho’, Tila y La Concordia.
Firman el documento Don Rodrigo Aguilar, obispo de nuestra Diócesis y administrador de la Arquidiócesis de Chiapas; el cardenal don Álvaro Ramazzini, obispo de Huehuetenango Guatemala; don José Guadalupe Torres, de la pastoral de la Movilidad Humana de la Conferencia del Episcopado Mexicano; y don Bernabé Sagastume, obispo de San Marcos, también en Guatemala.
Les compartimos el comunicado completo: