En solidaridad con las comunidades afectadas por la violencia en las regiones Sierra y Frontera de Chiapas, nuestro obispo don Rodrigo Aguilar nos invita a expresar por diversos medios nuestro sentir a las autoridades y a exponer la situación a los ojos del mundo, como medida de presión en la búsqueda de una solución efectiva.
Nuestro obispo y administrador de la arquidiócesis de Tuxtla, nos da su palabra, en consonancia con la palabra de la Diócesis hermana de Tapachula; ante la huida de cientos a Guatemala, el desplazamiento interno de muchos más y la zozobra en la que viven miles de personas en esa zona. Les compartimos el video y la transcripción de sus palabras.
“Quiero iniciar este mensaje expresando mi solidaridad y la de la Arquidiócesis de Tuxtla con todas las familias que se han visto violentadas por los acontecimientos recientes, particularmente en las regiones Sierra y Frontera de Chiapas.
Como Diócesis, casi todas éstas son parroquias de la Diócesis de Tapachula, donde desde hace meses se vive una disputa territorial entre cárteles del crimen organizado; que ha generado múltiples enfrentamientos, bloqueos, asesinatos y desplazados. El caso más reciente es el de cientos de compatriotas nuestros, chiapanecos, que han tenido que huir a Guatemala, para poner a salvo sus vidas.
Nos duele y cuestiona fuertemente que frente a este grande sufrimiento, las autoridades guarden silencio, minimicen el hecho y hagan caso omiso de sus responsabilidades, para garantizar la seguridad pública y la paz a la que tenemos derecho.
La Diócesis de Tapachula hizo público un comunicado donde, en voz del obispo Jaime Calderón, puntualiza la evolución de estos actos delictivos y grandes lesiones a la dignidad humana que se están generalizando en el estado.
Seguimos invitando a los fieles laicos y a todas las personas de buena voluntad, a orar con insistencia y fervor para que la paz y la seguridad puedan volver a nuestra tierra. Sigamos confiando en Dios y también, en consonancia con el mensaje del obispo Jaime Calderón y los sacerdotes del clero de Tapachula, no sedamos ante la tentación de la violencia.
Y como sociedad civil expresemos por diversos medios nuestro sentir a las autoridades; expongamos esta situación a los ojos del mundo como medida de presión en la búsqueda de una solución efectiva.
¡Dios proteja a nuestras familias, adolescentes y jóvenes, a nuestros pueblos y comunidades!”